
Hoy voy a sacar mi lado más oscuro, por enésima vez en poco tiempo. Empiezo a dejar cierto grado de educación, de esa que catalogan como políticamente correcta, de lado, para los casos en los que no me queda más opción que perder las maneras y en algunas ocasiones, hasta las formas. Me toca las narices ciertas actitudes en la vida, en mi caso, me las toca y mucho, una persona en concreto. Creo que hay ciertos seres capaces de hacer masters en ser "tocapelotas" y "moscas cojoneras". Me pregunto si la persona en cuestión a la que no haré mención (a pesar de todo) podrá hacer feliz a alguien. Lo que más pena me da no es que se salga con la suya, sino que consigue hacer daño gratuíto siempre, y a quien se lo propone, claro está que si estas terceras personas que se dejan influir se lo permiten, es que en cierto modo, les gusta, porque si no, no tengo otra explicación. Pienso que cuando alguien te ha defraudado en la vida en múltiples ocasiones, te ha pegado en una mejilla y aún así le has puesto la otra, y le has permitido que no sólo se repita la situación, sino que además te "aostie" con la mano abierta por ser amigo (como diría Pocholo), bueno, es de suponer que esa persona que se lo permite es del género tonto o no tiene principios en la vida. Odio que a este engendro al que dirijo estas "dulces palabras" se le catalogue de "buena persona" cuando su único fin en la vida es utilizar a quien pueda y cuanto más mejor, siempre con el victimismo injustificado por su parte, y sin demostrar ni un sólo grado de empatía con los demás... eso sí, que buena persona que es porque en algún momento de su vida, alguien ha visto un gesto bonito y claro, es recordado toda la vida (eso sí, el gesto tiene tela marinera, mas normal no puede ser). Siempre he odiado aquel que da, gritando a los cuatro vientos que está dando. Esta actitud es aplicable a muchos otros aspectos de la vida, sin duda, sería una gran jefa si su salud mental se lo permitiera, aparentar y nunca ser ni hacer nada real. Bueno claro está que este tipo de personas con una personalidad límite, puede siempre manejar a aquellos que no la ven venir desde lejos. En esta vida que me ha tocado y me toca lidiar, por desgracia ya he topado con una gran cantidad de engendros indeseables y ya no sólo, enfermos mentales, sino lo que vulgarme es conocido como "mala gente". Lo curioso del caso es que todos en algún momento de nuestra vida, nos hemos sentido utilizados por algún esperpento de este tipo, y la consecuencia de esto es que siempre pagan los justos por los pecadores. En cualquier caso, sin desviarme del tema, realmente me muerdo la lengua pero deseo poder tener un día cara a cara a este ser, que se esconde detrás de sumisos y dóciles "pringados" para tener un pequeño dialecto "in vivo" y al menos, que tenga la experiencia de que alguien en la vida la ponga en su lugar, con cuatro principios básicos: honestidad, humildad, sinceridad y esfuerzo personal de superación. No consiento que esta persona tenga que figurar ni en el aspecto más banal de mi vida, de mis acciones o de mi cotidianidad.
A esta persona, le debo agradecer ciertas mentiras que he tenido que tragarme con grandes dosis de saliva y de veneno mientras me mordía la lengua. En cierto modo, creo que estoy faltando al primer principio que me propuse después de todo... ni una sola mentira, sea del calibre que sea... y hace unos días me he tenido que comer una con patatas... qué pena que haya habido una sóla mentira piadosa por encubrimiento a un ser tan despreciable. Siento verguenza ajena de considerarla del género humano, y espero que desaparezca del todo de cualquier tipo de pensamiento que ronde en mi cabeza... y desde luego, espero que jamás, jamás, se me pueda comparar con alguien tan indeseable a la razón y al corazón.
hoy posdata: te sigues bajando la ropa interior constantemente y le sigues poniendo el culo pa que te lo patee... si tu lo consientes, allá tú. Espero que te haya pesado mucho tener que mentir por ocultar que has vuelto a rebajarte otra vez, me pregunto si lo seguirás haciendo siempre...